domingo, 19 de junio de 2011


Alerta por tormentas fuertes para Buenos Aires

Las condiciones meteorológicas tenderán a mejorar hacia la noche; pronóstico extendido

Domingo 19 de junio de 2011 | 09:20  (actualizado a las 09:26)
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió esta mañana una alerta por tormentas fuertes en el este de la provincia de Buenos Aires y Río de la Plata exterior.
Según el parte del organismo, "una masa de aire húmedo e inestable cubre la región, mientras ingresa aire frío en niveles medios de la atmósfera, lo que provoca el desarrollo de áreas de tormentas".
"Se prevé que algunas de estas tormentas sean localmente fuertes, estén acompañadas de ráfagas y caída de granizo", advirtió, al tiempo que añadió que esa situación "podría provocar abundante caída de agua".
Estas condiciones tenderán a mejorar hacia la noche.
Pronóstico extendido
La jornada en la Capital Federal y el conurbano bonaerense se presentará con cielo nublado, lluvias, lloviznas y tormentas, aunque se pronostican mejoras hacia la noche. Habrá vientos moderados del sector norte cambiando al sur, una temperatura mínima estimada en 15 grados y una máxima en 18 grados.
Para mañana se prevé cielo parcialmente nublado, vientos leves del sector este, una temperatura mínima de 11 grados y una máxima de 15.
El martes se espera cielo nublado con tiempo inestable, vientos moderados del sudeste y marcas entre 8 y 12 grados. 
El miércoles el cielo estará nublado, los vientos soplarán moderados a leves del sector sur y las temperaturas rondarán entre 6 grados de mínima y 12 grados de máxima
Fuente : http://www.lanacion.com.ar/1382865-alerta-por-tormentas-fuertes-para-buenos-aires


Turismo en la provincia de Buenos Aires

La provincia de Buenos Aires presenta pampas, sierras, delta, playas y focos urbanos, este territorio presenta las más diversas opciones, acondicionando sus espacios con los mejores servicios y las mayores comodidades.

Un destino donde vivir las vacaciones más completas, Buenos Aires se extiende en el centro- este de Argentina dominando la vida urbana y cultural, y sorprendiendo con sus propuestas rurales. Playas y balnearios por doquier; cerros ideales para la aventura; ríos e islas plagadas de naturaleza; se suman a esta cartelera completando las múltiples facetas de la región y contribuyendo al asombro y la satisfacción de los visitantes.
Los pintoresco barrio de la capital, la perfectamente diagramada ciudad de La Plata, las industriales Pilar y Bahía Blanca, los pueblitos rurales propios de la zona de Las Pampas. La Sierra de la Ventana y las Sierras de Tandilla en la sección sur de la provincia. El Tigre y la Isla Martín García en el Delta del Paraná. Mar del Plata, Villa Gesell, Pinamar, San Clemente y todo elPartido de la Costa Atlántica. Desde la más suprema tranquilidad hasta la más intensa experiencia urbana; desde el más agradable paseo paisajístico hasta el más desafiante reto deportivo; desde el más bello amanecer campestre hasta la más apasionante movida nocturna.

Buenos Aires te brinda turismo histórico- cultural; Turismo Aventura; Turismo Rural; pesca deportiva; playas y balnearios; trekking, cabalgatas, avistajes de flora y fauna; recorridos urbanos; todo lo que pueda imaginar, y más también, lo encontrará en esta inagotable provincia argentina.

sábado, 4 de junio de 2011

Cultura de la provincia de Buenos Aires

La cultura de la Ciudad de Buenos Aires comparte muchas características con la cultura de la zona del Río de la Plata. No sólo se comparten características idiomáticas (ya que en la región se usa el mismo dialecto, el español rioplatense), sino que comparte las raíces tan diversas que formaron la cultura de la región. La diversidad está dada por la gran cantidad de inmigrantes que llegaron a la región durante los siglos XIX y XX, lo que convirtió a Buenos Aires en un crisol cultural.
La música popular en las primeras décadas del siglo XX era el Tango, que si bien comenzó a decaer a partir de la segunda mitad de ese siglo, resurgió en los últimos años en su estilo clásico y combinado con la música electrónica. El exponente más conocido es el cantante Carlos Gardel, reconocido no sólo localmente, sino también a nivel internacional, tanto en su época como en la actualidad. Pero no hay que olvidarse de las grandes orquestas, como la deAníbal Troilo, Mariano Mores y Osvaldo Pugliese, o grandes letristas como Enrique Santos Discépolo y Homero Manzi.
Para mediados de ese siglo surgieron nuevos cantantes, el tango conservó cierta popularidad gracias a personalidades como Julio Sosa, Edmundo Rivero yRoberto Goyeneche, así como surgieron nuevas tendencias, cuyo mayor exponente fue Astor Piazzolla. La música de Piazzolla sufrió un gran cambio luego de su viaje a París en 1954, donde estudió con Nadia Boulanger y aprendió de músicos como Gerry Mulligan. De esta forma su música comenzó a tener influencias del jazz, introduciendo dos conceptos novedosos en el tango: el swing y el contrapunto. A finales del siglo XX surgió otra tendencia en el tango, y fue su fusión con la música electrónica. Surgieron nuevos grupos, tanto en Argentina como en el resto del mundo, destacándose Bajofondo Tango Club,Tanghetto y Gotan Project.
A partir del final de la década de 1960, al igual que en muchos centros urbanos del país, surgió el Rock Nacional, siguiendo la explosión y evolución que elrock había sufrido internacionalmente en esa misma década. Sus exponentes en un principio solían ser perseguidos por la policía, debido a los regímenes autoritarios que existían en el país. Los precursores de este género solían reunirse en ciertos bares, confiterías o plazas, siendo los más famosos lugares de reunión "La Cueva" y "La Perla del Once".
Junto a Rosario son la cuna del punk rock argentino en la década del 80 y 90.
La ciudad ha tenido también influencias de la cumbia, el cuarteto y un estilo surgido a finales del siglo XX en las zonas más pobres de la Ciudad y del Gran Buenos Aires, la cumbia villera. En los últimos años ha habido un desarrollo importante del reggae, con la creación de muchos grupos y festivales.

Museo de la Casa Rosada


El Museo Histórico fue creado el 27 de mayo de 1957 y su colección está conformada por objetos personales, retratos, documentos y esculturas de quienes han ocupado el cargo de Presidente de la Nación, transcurridos no menos de treinta años desde la conclusión de sus mandatos.
La colección cuenta con objetos propios de la investidura presidencial, como los bastones y las bandas presidenciales de varios presidentes, donde se destaca principalmente la banda presidencial usada por el presidente Julio Argentino Roca en su segundo mandato.

También cuenta con carruajes utilizados por diferentes presidentes: puede apreciarse el Cabriolet Mylord, utilizado por José Evaristo Uriburu, un Landau perteneciente a Julio Argentino Roca y el Americana, propiedad de Hipólito Yrigoyen.
Entre el mobiliario se destaca el sillón presidencial utilizado durante el mandato de Santiago Derqui, aunque también pueden observarse importantes objetos como una mecedora y un escritorio pertenecientes a Domingo Faustino Sarmiento y parte del mobiliario original del edificio.
El museo cuenta con objetos personales que pertenecieron a los presidentes, puede destacarse un bombín y un bastón pertenecientes a Hipólito Yrigoyen, una fuente de porcelana china que perteneció a Bernardino Rivadavia y un neceser de viaje utilizado por Julio Argentino Roca.

El Cabildo

El edificio del Cabildo fue declarado Monumento Histórico Nacional y se destinó a museo histórico por Ley N° 11.688 del 30 de mayo de 1933.
Ubicado en Bolivar 65, sede del Ayuntamiento y eje de la vida política en las instituciones coloniales de España, ocupa hoy el mismo lugar que le asignó Juan de Garay en 1580. En 1608 era una casa de dos habitaciones, que fue demolida para la construcción definitiva en 1725. En la palnta superior de este segundo edificio se abría la Sala Capitular y en la galería externa de la planta se exponían cadáveres anónimos para ser identificados. La construcción actual es el resultado de reiteradas modificaciones, es la sede del museo de la Revolución de Mayo del Cabildo.
Frente al Cabildo se produjo la Revolución de Mayo. La primera modificación de su fachada fue en 1830, cuando se redujo la balconada a los tres arcos centrales del piso superior. En 1860 se sustituyó el reloj de la torre, que habia funciondo desde el 1º de enero de 1765. El nuevo reloj, de fabricación inglesa comenzó a funcionar en la tarde de l 17 de septiembre de 1861. En 1879 el viejo edificio necesitaba reparaciones, y se decidió adecuarlo al gusto europeizante de la época. La torre feue elevada en 10 metros y se le agregaron columnas, molduras y azulejos en la cúpula. Quedó en el papel la idea de ponerle una estatua de la Justicia sobre la cúspide, y una serie de doce estatuas en la azotea. la nueva y esbelta torre fue usada, durante algunos años como "faro" por las naves que llegaban, en número siempre creciente, al puerto de Buenos Aires. En 1899, con la decisión del Intendente Torcuato de Alvear de abrir la Avenida de Mayo, el Cabildo perdió tres arcos de su ala norte. De paso, se demolió por completo la torre, y sin ella, el histórico edificio quedó irreconocible, con su fachada decorada y asimétrica. Si bien en 1891 se pensó en iniciar su reconstrucción, nada se hizo de ello, y en 1905 se llegó a la determinación de derribarlo por completo, aunque tampoco estó se llevó a cabo. Así recién en 1931 se restauró la simetría del edificio, cuando se abrió la Diagonal Sur y el Cabildo perdió otros tres arcos. En 1932 se pensó nuevamente en demolerlo, pero las protestas en contra de este proyecto lo impidieron. En 1939, pasados los fervores europeizantes y ya maduro el país para reconciliarse con su pasado colonial, una comisioón nombrada por el Poder Ejecutivo comenzó a estudiar la reconstrucción del Cabildo, obra que quedó terminada en octubre de 1940. Este edificio, que es el que hoy puede verse, posee una torre más baja que la de Cabildo de 1752, pues tiene tres arcadas menos de cada lado, y sus proporciones resultaron afectadas. Su reloj actual es eléctrico, aunque similar al original, y sus campanas que durante los años en que el Cabildo "perdió la torre" fueron a parar a la cercana Iglesia de San Ignacio, son del siglo XVII. Durante los carnavales de 1941, el Cabildo vio a su lado una colosal jirafa de tres pisos de altura, que cruzaba por encima del tránsito desde la Catedral hacia este histórico y vapuleado edificio.


Bioma de la provincia de Buenos Aires

El Bioma de la Provincia de Bs. As. es la llanura pampeana, se extiende por la provincia de Entre Rios, la mitad sur de Santa Fe, gran parte de Córdoba, La Pampa, casi toda la provincia de Buenos Aires y el sureste de San Luis.
Predomina en esta llanura clima templado y húmedo, donde las precipitaciones disminuyen hacia el sur y hacia el oeste.
El bioma natural de la región es el pastizal pampeano, que fuera modificado profundamente por el humano. Durante los más de 10 milenios de vegetación de pastizal pampeano se generaron fitolitos de tamaño arcillar, en un 20 % del total de la fracción arcilla.

FAUNA: El humano provocó grandes cambios al introducir la agricultura, la ganadería, la forestación. Entonces especies como el puma, ñandú, venado de las pampas, guanaco, etc. fueron desapareciendo para ser encontrados en su hábitat natural en muy pocos lugares. Especies de menor tamaño que las anteriormente mencionadas, se han adaptado a las transformaciones generadas por el hombre. Es así que, en las áreas rurales pueden verse mamíferos como la comadreja overa, el cuis, el zorro de las pampas, el peludo; aves como el sirirí, la gallareta, la martineta, la perdiz copetona, varios paseriformes (entre ellos: el jilguero amarillo, el cabecita negra, el cardenal de copete rojo, el zorzal, etc.); reptiles (como el lagarto overo) y anfibios.
También pueden encontrarse especies foráneas que han sido introducidas por el ser humano como la liebre europea, el jabalí y el gorrión común.

FLORA: esta zona ha producido cereales como el maíz y el trigo, destinados básicamente a la exportación. Esto fue posible por sus excelentes suelos Argiudoles, agrícolas, al clima templado y a la disponibilidad de agua. En los últimos tiempos, nuevas técnicas y la inversión de capitales potenciaron estas ventajas, y los esfuerzos se concentraron en la producción de soja. El incremento agrícola argentino tiene varias causas, entre ellas la diversificación, o sea la variación de cultivos que permite un mayor aprovechamiento del suelo. Entre las innovaciones tecnológicas se encuentran la siembra directa (sin arar), el desarrollo de plantas híbridas y transgénicas de veloz crecimiento o más resistentes a las plagas. Los principales cultivos en la zona pampeana son: trigo, maíz, girasol,soja, papa y maní.
Soja: de sus semillas se obtiene una gran variedad de productos alimenticios: aceite, salsa, jugo vegetal, brotes, alimentos para animales, harinas, porotos, Tofú o queso de soja.

Historia del Teatro Colón

El primer Teatro Colón fue abierto el 24 de abril de 1857 en el predio que hoy ocupa el Banco de la Nación Argentina, frente a laPlaza de Mayo. Son las instituciones y su gente, más allá de los edificios que los albergan y de sus inevitables influencias, las que cuentan para la historia. Un siglo y medio de tradición operística es la que tiene en su haber el Estado de la Ciudad de Buenos Aires, y esto no es poco.
Claro que en un siglo y medio las condiciones políticas y económicas cambian, y esto va jalonando ese gran derrotero histórico con períodos que ostentan rasgos singulares.
Aquel viejo Colón estaba llamado a apagarse un 13 de septiembre de 1888, para dar paso a un emprendimiento estatal de mayor calibre, que desembocó, veinte años después, en el actual edificio de la calle Libertad. Entre medio, la crisis de 1890 y sus coletazos impidieron la inauguración de la nueva sala para el 12 de octubre de 1892, a 400 exactos años del descubrimiento de América.
En los veinte años durante los cuales el Colón no tuvo vida, el Teatro de la Ópera, sito en el mismo solar que el actual de la avenida Corrientes, fue amo y señor de las temporadas porteñas. Claro que lo acompañaban un mercado creciente por la inmigración, reflejado en una competencia intensa de parte del Politeama, el Odeón, el Teatro Comedia, el Teatro Marconi, el Avenida, a los que se sumaría en 1907 el Coliseo, sin perjuicio de salas menores como el Mayo o el Zarzuela.
El nuevo Colón nace, entonces, aquel 25 de mayo de 1908, como un teatro más, si se piensa que el Opera ofreció ese mismo año 14 óperas en 54 funciones, con elencos superiores a los improvisados del que entonces aún no era el primer coliseo. La nueva sala estatal, concebida como un teatro de concesiones bajo la supervisión de una comisión municipal, nacía a destiempo, en un mercado donde se derrumbaba la mayoría de las salas no ha mucho exitosas.
Primer reto para el Colón: sobrevivir en un mundo que había cambiado las reglas. Y es el Estado el que viene a salvar al Colón. En 1925 abre una nueva etapa al crear sus cuerpos estables: la Orquesta, el Coro y el Ballet, ante la imposibilidad de contar siempre con elencos extranjeros completos. Pero la paradoja no tarda en aparecer: entre 1925 y 1930 se volverá a un régimen de concesiones para la temporada principal o de invierno, mientras la municipalidad se hará cargo de una breve temporada de primavera.
Será sólo en 1931 cuando se plasme la municipalización, la que hasta entrada la Segunda Guerra Mundial logra una de las etapas más estables y fructíferas del Teatro, que comienza a casi reinar solo en el mercado al que se dirige.
Los elencos internacionales eran cada vez más complicados de contratar por la guerra, y esto arrojó resultados disimiles según los casos. Para el Colón, fue el incremento de artistas nacionales que, al provenir de diversos orígenes, rompieron distorsiones propias de la tradición italiana, que imponía esa lengua para todo tipo de óperas, costumbre que en el Coro tardó mucho en erradicarse.
Entonces las agendas y los cachets de los cantantes internacionales no eran tan exigentes como los actuales, ni mucho menos. Los directores artísticos viajaban a Europa o Estados Unidos para comprometer a los artistas, que sólo eran formalmente contratados dos o tres meses antes con el presupuesto aprobado, costumbre que hoy la realidad hace inviable, económica y prácticamente.
En 1961 se establece por ordenanza un nuevo esquema funcional, que persistirá hasta la década de 1990: un directorio integrado por directores general, artístico, técnico y administrativo.
Aparece así una pendularidad en la historia del Teatro que es propia de la historia del país: un nacimiento en crisis (1908-1930), con la creación intermedia de cuerpos estables (1925), una primera época de oro con la Municipalización (1931-1943), una segunda crisis (1943-1960) y una nueva época dorada, que se iría agotando gradualmente hasta finalizar la década de 1980. Cabe destacar que en 1957, cuando el Teatro se aprestaba a celebrar sus cincuenta años, un sacudón institucional generó la suspensión de la temporada (que comenzó en septiembre de ese año), hecho que determinó la necesaria reorganización posterior.
En 1968 se proyectó la ampliación del Colón, que se construiría bajo tierra y a un costado del antiguo edificio, evitando así modificar su valiosa arquitectura. El diseño estuvo a cargo del estudio Mario Roberto Álvarez y Asociados, y fue pensado para concretarse aprovechando el tiempo de seis recesos de temporada consecutivos. La obra significó la refacción y re-equipamiento de la sala, el escenario, camarines y talleres; y la construcción del anexo subterráneo bajo la Plazoleta República del Vaticano (que fue transformada en un estacionamiento), adonde funcionarían más talleres, depósitos y salas de ensayo.
El Colón sobrevivió a los sacudones de 1973 y se mantuvo como un teatro internacional hasta mediados de la década de 1980, que concluyó en 1988 con el cierre parcial del Teatro, sustentado en la necesidad de reformas técnicas, pero alentado por una sociedad que sufría una arrasadora hiperinflación.
Para ese entonces, aún no se advertía con claridad los cambios que en el mundo sufrirían las instituciones dedicadas al arte lírico. El Estado tendería a resignar su responsabilidad en el sustento de grandes burocracias teatrales; tendería, como en el caso delMetropolitan, a la búsqueda incesante de patrocinios; los cantantes aumentarían sus retribuciones hasta límites impensados (hoy un comprimario cobra más que una primera figura en los 70), y las agendas harían imposible sostener un teatro con elencos internacionales que no contrate por lo menos con tres años de anticipación.
A fines de los 90, tras una década de brillo y actualización, con grandes voces y la creación del Centro de Experimentación, se abriría un nuevo período de inestabilidad cuya prueba es la sucesión de diez gestiones en la última década del teatro, en un promedio similar a la sucedida en los años 40. También en ese año nace en Buenos Aires un circuito privado de ópera inimaginable años atrás.
El Colón ya deja de estar solo, y la merma de elencos internacionales comienza a homologar sus propuestas con las de entidades privadas que sostienen temporadas hasta hoy. Este nuevo rasgo no hace más que afianzar otra lección de la historia: cuando las guerras hicieron imposible el recurrir a compañías o artistas extranjeros, fue la ocasión propicia para el surgimiento de una pléyade de artistas argentinos que, desde siempre, sostuvieron al teatro. Hacer nombres sería una injusticia, porque es imposible no incurrir en omisiones.

La historia demuestra que una institución como el Teatro Colón siempre ha logrado superar los avatares de la gran historia en la que está inserto, como ente vivo que es y seguirá siendo, porque la capacidad de adaptarse a nuevas realidades está en su propia partida de nacimiento.

Historia del Obelisco de Buenos Aires - Argentina


En 1936, las cuadrillas municipales ya habían abierto un gigantesco hueco en pleno Buenos Aires por donde pasaría la avenida 9 de Julio, "la más ancha del mundo". En el medio de ese claro que había dado por tierra con viejos cafetines y teatros de varieté, en el cruce con la avenida Corrientes, se construyó la Plaza de la República. Y allí, como un gran mojón que cortaba a Corrientes, que ya habla dejado de ser angosta, se levantó el Obelisco.
Fue el homenaje de Buenos Aires al Cuarto Centenario de su Primera Fundación y representaba el espíritu progresista de una época. Por entonces, el intendente era Mariano de Vedia y Mitre, a la vez que ejercía la Presidencia de la República el General Agustín P. Justo. Lo diseñó el arquitecto Alberto Prebisch y lo construyó la empresa Siemens Bauunion en el tiempo récord de cuatro semanas, debiendo salvar las dificultades que significaban los túneles del subterráneo mediante la construcción de bóvedas en su fundamento. Como símbolo, recuerda a aquel precario y grueso madero sobre el cual juró apoyando su espada Don Pedro de Mendoza en 1536. Fue emplazado en el sitio exacto donde flameó por primera vez en la ciudad la Bandera Nacional (la torre de la iglesia de San Nicolás, el 23 de agosto de 1812), y se inauguró formalmente el 23 de mayo de 1936 a las 3 de la tarde