BUENOS AIRES.— Ni la soleada jornada que alejó los fríos polares de los últimos días logró cambiar las previsiones. El jefe de gobierno de Buenos Aires, Mauricio Macri, obtuvo ayer una holgada ventaja, de 18 puntos, en la primera vuelta de las elecciones locales, pero no la suficiente para evitar definir el resultado con el kirchnerista Daniel Filmus en una segunda vuelta, el próximo 31 de julio.
“Muchas gracias. Siento tanta gratitud que estoy por explotar. Agradezco a todos los que nos votaron y dijeron que juntos venimos bien. Juntos vamos a seguir haciendo algo nuevo todos los días. A los que no nos votaron, no voy a dejar que las diferencias nos separen”, dijo un Macri tranquilo en medio de la algarabía de sus simpatizantes, a quienes hizo un llamado “a bajar el nivel de agresión”.
De acuerdo con los cómputos oficiales, con el 75.21 % de los votos escrutados, Macri obtuvo el 46.37% de los votos, seguido de Filmus con 28.52% y en tercer lugar, con 12.96%, el centroizquierdista Fernando Pino Solanas, quien anoche mismo liberó a sus votantes y seguidores para que en la segunda vuelta “tengan libertad de conciencia”, al tiempo que criticó el hecho de “tener que haber enfrentado a dos gobiernos, el nacional y el de la ciudad con cuantiosos recursos”.
Esos datos desataron una verdadera fiesta en el predio de Costa Salguero, donde desde que se encendieron las primeras luces en la ciudad comenzaron a aglutinarse los seguidores de Mauricio Macri, de la centroderechista Propuesta Republicana (PRO).
La de ayer fue una jornada de mucho movimiento en la capital argentina, con gente desplazándose de un barrio a otro para cumplir con su deber ciudadano. Hubo largas colas en muchos centros de votación, ya que fueron los primeros comicios en los que hombres y mujeres no votaron en mesas separadas.
